Y si Madrid es importante en la historia del flamenco, no lo es menos Barcelona. Desde la pérdida del monopolio americano por parte de Sevilla y Cádiz, puertos como Málaga, Valencia, Santander, Vigo, Bilbao o Barcelona cobraron una esencial importancia también para la cultura.
El gran compositor de música andaluza, aunque nacido en Cataluña, fue Isaac Albéniz, y sus obras han sido fundamentales para la construcción de un idioma académico de la música andaluza que llega al gaditano Falla y al sevillano Turina.
La relación entre Andalucía y Catalunya es muy intensa, hacia Andalucía van los barcos cargados de alcohol para los brandys de Jerez. El flamenco está presente en los Cafés Cantante y hasta en el Liceo donde el bailador de Reus Joan Camprubí baila rondeñas, zorongos y cachuchas en las primeras décadas del siglo 19.
También las dos exposiciones universales, de 1888 y 1929 lo flamenco estuvo más que presente, con muchas actividades en el primer gran café barcelonés, regentado por Miguel Borrull padre, El Villa Rosa o el Edén Concert.
La emigración andaluza a Andalucía, atraída por la industria catalana, llenó de ambiente flamenco las calles de Barcelona, muy a pesar de ciertos sectores que quisieron sin éxito compartir el flamenquismo. La industrialización de Cataluña dotó además a la ciudad de una burguesía que consumía cultura y encontró en el flamenco uno de los géneros predilectos, llenando cafés y teatros de propiciando una población flamenca que ha dado al arte numerosos artistas de renombre, entre los que destacan, en el baile Carmen Amaya, y en el toque, Miguel Borrull padre que, aunque nacido en Castellón montó café en Barcelona y sus hijos, todos artistas, continuaron con éxito la carrera del padre. Hoy en día el cante, con las voces de Miguel Poveda y Mayte Martín figuran entre las más apreciadas de la afición a la música jonda.
Entre los catalanes aficionados confesos a la música jonda destacan el pintor Ramón Casas, o Santiago Russiñol, José Plá escribió crónicas flamencas y Sebastián Gasch, seguramente el principal cronista flamenco de Cataluña. A estos habría que añadir nombres como los de Magriñá, Dalmau, Boronat, Felipe Pedrell, Enrique Granados, Federico Mompou.
Barcelona ha albergado además tablaos de gran fama como Los Tarantos, La Macarena o El Cordobés. Y uno de los primeros, Villa Rosa, café regentado por Miguel Borrull padre, pasaron las principales figuras de la época, como es el caso de la más grande bailaora de todos los tiempos, la barcelonesa del Somorrostro Carmen Amaya. Su huella imborrable se encuentra grabada en el estilo del más depurado arte de bailar a lo flamenco. Marcó para siempre una época y un estilo de bailar flamenco. Dio sus primeros pasos como La Capitana en su ciudad natal hasta que dio el salto a otros escenarios, y rueda uno de sus mayores éxitos hasta entonces, la película La hija de Juan Simón junto a la estrella del momento Angelillo. Por causa de la guerra civil se traslada a Lisboa ofrece conciertos con su compañía familiar. Viaja entonces Buenos Aires y allí se le une Sabicas a quien había conocido en Madrid recorriendo durante cuatro años el continente hasta llegar a Nueva York en 1941. Desde 1942 se convierte en una de las principales atracciones de Hollywood interviniendo en algunas películas. Su última película fue la de Rovira Beleta ‘Los Tarantos’.
Apuntar también que hay una teoría que dice que el Garrotín es oriundo de Lérida donde los gitanos de la ciudad lo practicaron hasta que comenzó a formar parte del arte flamenco. Este hecho podría corroborar la idea de que la rumba catalana se gesta, no solo a partir de la rumba flamenca cultivada por aquellos grandes como Peret, Pescaílla o Chacho, sino que estaría emparentada además con dicho garrotín ilerdense. La rumba flamenca en Cataluña ha tenido una repercusión en todo el mundo sin precedentes, ahí están los grupos como Los Gypsy Kings que la llevaron a los cinco continentes con versiones de clásicos de la canción por rumbas, tendencia que siguieron desde Barcelona Los Manolos.
Otros catalanes que figuran entre lo mejorcito del flamenco contemporáneo son Ginesa Ortega, Duquende, Cañizares, Carles Benavent, Juan Ramón Caro, Chicuelo y, por qué no, Rosalía. Todos ellos grandes del flamenco contemporáneo.