Como hemos apuntado antes, Luis y Ramón Soler proponen, en su libro Antonio Mairena en el Mundo de la Siguiriya y la Soleá, una clasificación de los cantes por seguiriya que es el más exhaustivo que hasta el momento existe y por él nos guiamos. De esa clasificación hemos realizado un mapa que nos muestra las interconexiones entre las diferentes variantes de los estilos que se suelen dividir en cuatro principales comarcas cantaoras: Triana, Los Puertos, Cádiz y Jerez. En la página de www.flamencopolis.com podemos escuchar todas y cada una de esas variantes.
También en el muy recomendable portal www.cante y toque.es del estudioso Norman Paul Kliman podemos escuchar distintas versiones de cada una de las variantes clasificadas por Luis y Ramón Soler.
En relación a las diferencias entre las variantes de seguiriyas podemos decir que los estilos gaditanos se caracterizan por la frecuente repetición y ligado de los versos, y en cierta forma casi todos tienen, como ya apuntamos antes, una clara relación con el cante de El Viejo de La Isla, un cante modélico que ha inspirado muchos otros cantes debido a la estructura moderna que tiene
Para los Soler los cantes de Curro Dulce pertenecen al grupo estilístico de los cantes de los Puertos, y consideran como seguiriyas gaditanas los siguientes seis cantes:
Silverio 1 · El Viejo de La Isla · Francisco la Perla 1-2 · Juan Feria · Torres 2
El repertorio gaditano ha dotado a la seguiriya muchos de los principales elementos que constituyen la morfología musical del estilo. Así el cante de Silverio, y sobre todo el de El Viejo de la Isla, funcionan como estilos matrices de otros muchos. En el caso del cantaor isleño es comprobable que su estilo marcó un antes y un después en el repertorio, siendo el modelo por él creado retomado por buena parte de los creadores jerezanos, imponiendo un estilo nuevo que dotó de variedad al cante más arcaico.
Para Pierre Lefranc
Las características principales de este cante se basan en que el arco melódico sube mediante un arpegio abrupto y cae poco a poco a la tónica. Las repeticiones del arco arrancan en el cuarto grado. La conclusión se hace con la carrerilla y la repetición del verso largo.
Señalan los Soler que el cante del Viejo de La Isla es la siguiriya que más se grabó en las dos primeras décadas de este siglo, y con diferencia sobre el resto. Hecho que demuestra la influencia que tuvo este cante en el ulterior desarrollo del estilo (Contemplarme por Dios mi mare… o Si yo supiera la lengua…).
Para Pierre Lefranc, seguramente debido a su implantación en el repertorio jerezano, encuadra este cante dentro de las seguiriyas de Jerez.
Los Soler consideran como seguiriyas jerezanas los siguientes cantes:
Manuel Molina 1-2 · Loco Mateo 1 · Paco la Luz 1 · Joaquín Lacherna ·
El Marrurro · Frijones · Tío José de Paula · Torres 1 · Pastora Pavón · Antonio Mairena 1
En palabras de Norman Kliman se cree que los estilos jerezanos son los más recientes, ya que en ellos se percibe la influencia de otras escuelas, más antiguas posiblemente. Así que Manuel Molina recoge matices de Triana y Los Puertos, el Loco Mateo lleva detalles de Los Puertos, y otros estilos jerezanos son derivados del Viejo de La Isla (Paco la Luz 1, Joaquín Lacherna y el Marrurro) o variaciones de estos derivados (tío José de Paula y Pastora Pavón se basan en Paco la Luz 1, y Antonio Mairena 1 en Joaquín Lacherna). El estilo reciente Manuel Torres 1 es en esencia versión recortada de Manuel Molina 1.
Los estilos jerezanos suelen repetir los versos, tanto como en Cádiz, son muy ligados, y se suele fragmentar el verso largo. Salvo en los estilos más antiguos (como hemos dicho, Manuel Molina y el Loco Mateo llevan características de Triana y Los Puertos), Jerez acorta la línea melódica de los versos, concentrando su esencia. Este concepto llega a su máximo en el cante de tío José de Paula, cuyos versos se cantan a ráfagas, como descargas eléctricas. Parece, pues, que con el tiempo Jerez ha ido fraguando su propio planteamiento siguiriyero dada la gran disparidad entre sus cantes más antiguos (largos y efectistas) y sus más recientes (más cortos y jondos).
Para Pierre Lefranc las seguiryas jerezanas tuvieron dos épocas distintas en su desarrollo. Se debe enteramente la primera a Manuel Molina (1822-1879), gitano de Jerez, creador impresionante y figura fuera de lo normal. Era carnicero mayorista, lo bastante próspero y respetado para ser llamado El Señor Manuel Molina, y con tanta pasión por el cante que dicen que se quedó sordo de tanto escucharlo muy de cerca. También tiene fama de haber pagado a los cantaores – particularmente a Frasco El Colorao -, lo que se comprende muy bien en el contexto de repertorios por crear: se trataba de asegurarles recursos sustitutivos mientras residían en la casa de él. Por otra parte, le intrigó el fenómeno de Silverio, pero juzgaba indispensable – y primero decente – ir al escucharle antes de expresar un juicio. A la vez cantaor, creador y mecenas, dejó por los menos tres y de modo casi seguro cinco seguiriyas, lo que es considerable, además se le atribuye también una toná hoy perdida o no identificada.
Poco después, el comienzo de una segunda fase de desarrollo parece haber resultado de dos factores convergentes. Otro cantaor jerezano, conocido bajo el apodo de El Loco Mateo (1839-1897), efectuó una reorientación de parte de la herencia de Manuel Molina, lo que hizo posible un nuevo punto de partida. Aproximadamente en la misma época, al parecer, la seguiriya de El Viejo de la Isla, venida del sur de la Bahía, empezó a tener en Jerez una posteridad que, ella también, fue influída por las innovaciones de El Loco Mateo. Resultó de todo ese en Jerez un período de asombrosa creatividad. La dimensión permanente del trasfondo de esos fenómenos fue la vitalidad, la confianza y la relativa serenidad de las comunidades gitanas de Jerez, numerosas, firmes y seguras de su supervivencia: una más apacible y ambiciosa en Santiago, otras más volátil y rebelde en San Miguel.
Luis y Ramón Soler clasificaron como seguiriyas de Los Puertos los siguientes cantes:
El Planeta · El Fillo 1-3 · Curro Durse 1-3 · Manuel Molina 3 · Juanelo · El Porío · María Borrico · Perico Frascola · Tuerto de La Peña · Loco Mateo 2-3 · Paco la Luz 2 ·
Diego el Lebrijano · Enrique el Mellizo 1-2 · Juan Junquera · El Nitri 1-3
Miguel el de Pepa 1-2 · Torres 3 · Luis el del Cepillo · Juanichi el Manijero · Bochoque ·Antonio Mairena 2-4 · El Perrate · Los Puertos anónimo 1-2
Norman Kliman comenta en relación a los cantes de los Puertos: Los Puertos es una zona que comprende San Fernando, Puerto Real, Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Con mucho, los estilos de Los Puertos son los más numerosos (35 estilos, seguido por 11 estilos jerezanos), y reúnen unas características muy peculiares. Junto con las de Triana, son quizás las siguiriyas más antiguas y arcaicas. En las más añejas aún se perciben ecos de tonás. Se pueden precisar algunos cantaores a partir de los cuales se han generado estilos posteriores o que han ejercido gran influencia sobre otras modalidades siguiriyeras. Son los casos del Planeta, el Fillo, Curro Durse y María Borrico. A partir de ellos se desarrolla una gran parte de los estilos que se pueden encuadrar en esta zona. Los estilos de Los Puertos se caracterizan por sus tercios largos y raramente repetidos. Para Lefranc
La composición de este repertorio es peculiar: consta de dos cantes que fueron muy difundidos, otros dos que hace poco se salvaron de una desaparición inevitable en breve plazo, y una reconstrucción procedente de otra parte. Exceptuando esta última, los cuatro cantes están relacionados con cuatro poblaciones repartidas por unos setenta kilómetros de costa: La Isla San Fernando (sic), El Puerto de Santa María, un pueblo de las cercanías de Rota (La Peña del Águila entre Rota y Chipiona) y Sanlúcar de Barrameda
Luis y Ramón Soler agrupan como seguiriyas de Triana los siguientes cantes:
Frasco el Colorao · Antonio Cagancho · Silverio 2-3 · La Josefa ·
Manuel Cagancho · Triana anónimo 1-2
Norman Kliman apunta en referencia al repertorio de seguiriyas trianeras: Se cree que las siguiriyas trianeras y las portuenses son las más antiguas. El contacto e influencia entre los cantaores de las dos zonas parece que ha sido inevitable, como se ve en la similitud entre los cantes antiguos del Planeta y el Fillo y el de Frasco el Colorao. Se perciben ecos de tonás en algunas siguiriyas de Triana y en otros muchos cantes de Los Puertos, y las siguiriyas cabales también corresponden a estas dos zonas. Los estilos trianeros a menudo suenan arcaicos, y suelen cantarse con pocos tercios y en tonos medios, sin grandes altibajos en la voz.
Para Pierre Lefranc