Lo que hoy se denomina tanguillo corresponde al tango gaditano, el que cantan los coros de carnaval y se lo debemos a agrupaciones carnavalescas como el famosísimo coro de Las Viejas Ricas, que a finales del siglo 19 impondrán el sello definitivo que configurará su estructura musical.
Ese tango gaditano una vez metido en el modo armónico del flamenco daría lugar, ralentizando el aire, a los tientos abriendo al género a estilos en compás binario.
El tango de carnaval más popular de todo el repertorio es el que Antonio Rodríguez El Tío de la Tiza compuso en 1905 para el coro Los Anticuarios.
Lo que en Cádiz se llama tango hacia 1944 se empezó a llamar tanguillo, para diferenciar en los créditos de los discos el tango gaditano de carnaval del tango flamenco. La denominación vino de mano de los principales compositores de canción española
La característica principal del tanguillo es el compás, una polirritmia en la que converge todo el universo métrico del flamenco: la superposición de tres compases: el 6/8, el 3/4 y el 2×4, dando lugar a la aparentemente sencilla rítmica del tanguillo, la cual combina el compás binario de subdivisión ternaria (6/8), con un compás binario de subdivisión binaria (2×4) y uno ternario de subdivisión binaria (3/4). Estos tres compases superpuestos dan lugar a lo que conocemos como ritmo de tanguillo.
Se interpretan los tanguillos en el modo mayor y/o menor, y en el modo flamenco, sonando estos más acordes con la estética propia del género que aquellos más relacionados con el aroma del carnaval gaditano.
Cualquier tipo de estrofa se puede adaptar al tanguillo que, como ocurre con las bulerías, no impone una métrica fija ya que carece de tercios (versos melódicos) propios que le sujeten a una estructura melódica determinada, ya que se trata de canciones más que de cantes propiamente dichos. El contenido literario del tanguillo suele ser de carácter alegre, crítico-humorístico.
La alegría que desprenden los tanguillos, la animada rítmica que genera su singular métrica, son sus elementos diferenciadores. Pericón de Cádiz nos dejó una subasta de cuadros, con la música de Los Anticuarios que pasa por ser uno de los más celebrados del repertorio. También Manolo Vargas nos ha dejado tanguillos muy flamencos y en fechas más recientes ha sido Chano Lobato uno de los principales intérpretes del estilo.
Hoy los tanguillos están casi exclusivamente reservados al repertorio de los guitarristas que, tras el Romance de la Luna, de Paco de Lucía, Tomatito y Camarón, la creación de Casilda de Paco de Lucía, Camarón de Pata Negra, y Ketama, del grupo homónimo, innovaron el estilo creando un nuevo tanguillo muy presente en el repertorio actual, sobre todo entre los guitarristas. El cante está reservado a los cantaores gaditanos y pocos se atreven con el tanguillo.
El baile se ha relegado a las escuelas de baile gaditanas y no se baila entre los flamencos, aun cuando presenta pasos muy similares con las bulerías. Pero su carácter académico ha contribuido a su desaparición del repertorio de los flamencos aunque son deliciosos para bailar, vean sino a Chano Lobato y Pepa Montes.