Estilo perteneciente al complejo genérico de las seguiriyas. Sus coincidencias con la caña y el polo son tantas que se puede decir que se trata de una caña o un polo por seguiriyas. Comparte con la caña el sistema tonal, la partición en dos de la copla, la copla de cambio, y la similitud entre los dos tercios de cambio de la serrana con los de la caña y el polo, si bien estos adoptaron el compás de soleá y la serrana se adaptó al ritmo de la seguiriya o bien proporcionó a las seguiriyas su aire característico. Sus tercios (versos melódicos) son largos y melodiosos.
En realidad la serrana o, mejor dicho, el concepto global de liviana, serrana y macho como un único cante, es creación de Silverio Franconetti quien en sus recitales interpretaba la Serrana que ya hemos apuntado en el apartado de livianas.
La serrana tuvo su época de auge mediado el XIX, presente en el repertorio de cantaores que subían a las tablas de los teatros. Como indica su nombre fue cante de serranía, y es por ello que tiene unas entonaciones poderosas, para cantar a pleno pulmón.