Aunque depende de cada versión, podemos considerar que la estructura que adoptan una tanda por seguiriyas sigue un esquemas más o menos como este:
1º Inicio marcado por el rasgueo contundente de la guitarra y rematado con ataques cortos y marcados en los bordones, para dar entrada al cantaor –procedimiento éste que se extiende a los remates de cada estrofa, y en general las introducciones de las mismas.
2º Tras la salida, el cantaor interpreta un cante corto, sin alardes melódicos, aunque de gran intensidad emocional.
3º Remata el guitarrista el cante con los habituales rasgueados y realiza una variación según el modelo de la seguiriya. De seguido el cantaor realiza uno o más cantes de carácter valiente y con mayor profusión de melismas.
4º Tras el remate de la guitarra ésta puede modular al mayor para dar paso a las cabales, o una cante de cambio
La letra de la seguiriya, con su métrica característica, condiciona como es natural la propia estructura interna de cada uno de los cantes de los que se compone una tanda.
La estructura del baile viene condicionada claro está por la propia coreografía. Aquí podemos ver una creación de Antonio Gades para la Suite Flamenca bailando a dúo con Cristina Hoyos (con palillos) por seguiriya, con el cante nada menos que de Juan Peña El Lebrijano y la guitarra de Emilio de Diego.