Las seguiriyas se conocieron con el nombre de playeras en la primera mitad del siglo XIX, y también como seguidillas gitanas
Sin embargo si consultamos el diccionario de la RAE se apunta que playera viene de playa, al menos en sus primeras ediciones. Antes de calificar playera como canto andaluz define como playeros y playeras a quienes traen de la playa el pescado.
Diversos autores han venido poniendo en cuarentena la relación directa entre playeras y seguiriyas, sugiriendo que en realidad el término playera se utilizó como genérico de cante jondo. Así lo creía Pepe el de la Matrona cuando afirmaba que en los finales del siglo XIX se estilaba la fórmula échate una playera para solicitarle a alguien que cantase flamenco; y no de forma específica por seguiriyas. No en vano una parte considerable del repertorio jondo es un cante llorado, plañido.
Sin embargo, algunas partituras de playeras que se encuentran en la BNE tienen una rítmica que hoy podemos considerar paradigmática de la seguiriya. Ver este artículo de Guillermo Castro.
Las seguidilla gitana o playera atrajo a creadores de formación académica, y así conocemos las compuestas por Enrique Granados
Hoy se conoce como seguiriya / seguiriyas / siguiriya / seguirilla / siguerilla. La seguiriya gitana o seguiriya del sentimiento
Manuel de Falla en su estudio El Cante Jondo dice escuchar en la seguiriya los modos tonales primitivos del canto litúrgico bizantino y la ausencia de ritmo métrico en la linea melódica, elementos asimilados por los gitanos granadinos de extramuros en el siglo 15
Según García Matos proviene de la seguidilla castellana, encontrando un antecedente en una ópera de 1820 La máscara afortunada donde en el número titulado Las playeras aparecen coplas con la métrica de la siguiriya
Falla se refiere además a la seguiriya como el arquetipo del cante flamenco. No en vano el papel de la seguiriya como cante básico y complejo genérico es, junto a la soleá, el de catalizador de gran parte de los elementos que conforman la estética flamenca y, a su vez, funciona como modelo en las realizaciones de otros estilos. Las seguiriyas conservan en lo melódico mucho de las tonás, además de la afinidad en la temática de las coplas se encuentran también coincidencias en la melodía de algunos tercios.
Demófilo recogió 177 coplas para cantar por siguiriyas de las cuales 77 eran atribuidas a Silverio. El modelo arcaico lo conocemos a partir de la llamada siguiriya del Planeta, una de las más antiguas que se conocen
A la luna le pío,
la del alto cielo,
como le pío que me saque a mi pare
de onde está metío.
Hace poco en el blog El eco de la memoria, el investigador recientemente fallecido José Gelardo, nos indica una playera de 1830 que se canta con la siguiente letra:
No soy de esta tierra,
ni en ella nací;
la fortunilla rodando, rodando,
me ha traído aquí
Además de las seguiriyas, de ese complejo genérico forman parte también las serranas y las livianas, ya que ambos estilos se rigen por el compás propio de la seguiriya