Desde antiguo tanto en las calles como en los teatros es muy común escuchar cantar al pregonero vendiendo su género. Los pregones también nutren de letra y música el acervo de los estilos flamencos. En ellos se han inspirado fundamentales creadores para realizar cantiñas como los caracoles o el mirabrás. Hay zarzuelas, como ‘El Tío Caniyitas’ o ‘Jeroma la Castañera’ de Soriano Fuertes, que contienen abundantes pregones y han acabo insertados en las citadas cantiñas.
Se trata de un cante eminentemente silábico, aunque en su proceso de aflamencamiento hacen uso de melismas y ornamentos propios de otras tonás. Se suelen cantar por lo tanto sin acompañamiento instrumental, excepto en las cantiñas antes citadas.
En el repertorio del flamenco hay un pregón que brilla con luz propia, el del gaditano Macandé, el llamado Pregón de los caramelos, que el cantaor gaditano pregonaba para vender los dulces que el mismo fabricaba, poniendo a cada unidad el nombre de un torero que aparecía en el envoltorio. David Palomar – Pregón de Macandé
También Caracol dejó una serie de pregones que han sido recreados por los cantaores, siguiendo el personal estilo del genial artista sevillano.
Como las tonás prescinde de una métrica determinada. Solo los pregones incluidos en cantiñas se hacen sobre el compás de soleá airosa. El de Macandé se canta en tono mayor, aunque pueden encontrarse pregones entonados también en el modo flamenco. No tienen un tipo de estrofa particular, predominando el verso octosílabo.