Al parecer el nombre que reciben los mineros almerienses es el de tarantos, y de ahí el nombre que reciben los estilos aquí comentados. El taranto es una versión corta de la taranta, claramente inspirado en ella pero de corte menos virtuoso aunque de gran belleza musical. Manuel Torres grabó este cante en dos ocasiones, primero como taranta y después como rondeña.
En 1940 fue Carmen Amaya quien hizo una coreografía presentada en Nueva York con la guitarra de Sabicas sobre la música de ese taranto, popularizando a partir de entonces la única versión bailable de los estilos levantinos, muy apreciada por los artistas del baile.
El Cojo de Málaga, otro gran tarantero hizo versiones sublimes de este cante creando además otras variantes, pero fue el cantaor de Puente Genil Fosforito quien hizo una versión valiente que dotó al estilo de una nueva sabia dándole el sitio que merece.
Por el estilo tenemos que destacar también a Enrique Morente o a José Sorroche, a Camarón quien lo dejó grabado en varias ocasiones, Chocolate, Terremoto, José de la Tomasa, entre otros muchos.
El aire del taranto, una suerte de tiento o tango lento, cercano a la zambra, ha animado a muchos guitarristas a componer sobre el estilo y, como en el caso de la taranta, debido a la sonoridad propia del tono de taranta, tan exótica y flamenca como pocas.