Entre Sevilla y Utrera, entre Carmona y Dos Hermanas, está Alcalá de Guadaira, otro de los pueblos de la provincia sevillana que han marcado la historia del cante jondo. Destaca la familia de Joaquín el de la Paula y sus cantes por soleá, heredados por su hermano Agustín Talega, sus sobrinos Juan Talega (nacido en Dos Hermanas), Manolito de María, junto constituyen un hito que ha marcado la localidad bañada por el Guadaira. Mucho le debe Alcalá al gran Antonio Mairena quien en su libro con Ricardo Molina Mundo y Formas del Cante Flamenco, nos recuerdan que actualmente se cantan en Alcalá nueve tipos de soleares, citando como sus mejores intérpretes no actuales a Manuel Torre y Tomás Pavón.
El germen está en el arrabal crecido en la falda del Castillo, donde habitan las familias gitanas. De Alcalá era un cantaor de los años dorados de Silverio Franconetti y que aparece en 1865 programado en el Salón Recreo de Sevilla. Nos referimos a José Ordóñez Juraco quien precisamente destacaba en el cante por soleá.
Aunque de Marchena, se encuadran en los cantes de Utrera las creaciones por soleá de La Roezna y, también las de La Jilica (de Écija aunque residente en Alcalá).
Joaquín el de la Paula también escribió y puso música a unos tangos carnavalescos que han sido transmitidos por Manolito de María, que contrastan con los estilos dramáticos por soleá.
A beber de la fuente de Joaquín es sabido que por Alcalá pasaron otros grandes como Además de Joaquín, eran asiduos a este Templo alcalareño cantaores de la talla de Manuel Torre, Vallejo, El Carbonerillo o El Sevillano, que como ya apuntamos se crió en Alcalá.
Otro puntal del cante alcarreño es w desarrolló una intensa carrera, sobre todo en la capital del flamenco, Madrid.
También destacó el fandanguero Niño de Alcalá, activo en los espectáculos de ópera flamenca. Y otros nombres del cante de Alcalá son el Curilla, el saetero Pascuel, el Poeta Gitano de Alcalá, Juan Barcelona.
Hoy destaca el gran bailaor y coreógrafo Javier Barón, y las guitarras de Niño Elías y Canito.