Utrera es, por derecho propio, una localidad flamenca de primer orden. Al sur de la capital por sus calles y plazas se ha cantado, tocado y bailado desde los albores del género. De Utrera o residentes en el pueblo son figuras señeras que han dejado huellas imborrables en la historia del flamenco. Por ejemplo, si hablamos de Utrera suele venir a nuestra mente el nombre de Mercé La Serneta, cantaora general de Jerez de la Frontera, maestra indiscutible del cante por soleá, y que vivió los últimos años de su extensa vida en ese rincón sevillano. Su presencia ha marcado para siempre el cante flamenco y en Utrera se deja notar hasta hoy
Comparte con Cádiz, Jerez, Los Puertos, Lebrija, Triana, Sevilla y Alcalá el honor de albergar una gitanería muy prolífica en cuestiones jondas. De Utrera es Perico Mariano, protagonista del folletín Un juelga a la antigua usanza que se publicó en Cádiz en los años ochenta del 19 y relata acontecimientos ocurridos en El Puerto de Santa María en 1816, donde también aparece José Cantoral, cantaor gaditano, como protagonista.
También los Pelaos de Triana se les hace oriundos de la localidad, pero las principales figuras son, por una parte Pinini, abuelo de las geniales Fernanda y Bernarda, y Rosario la del Colorao. Pinini es nacido en Lebrija, al igual que Joaniquí, pero muy emparentados ambos con Utrera. Pinini llega con siete años y cultivará, debido a su trabajo en Cádiz, un tipo de Cantiña muy popular
El papel de Fernanda de Utrera y su cante por soleá queda para los restos, es ya historia del mejor cante flamenco. Y no lo es menos las versiones que hizo su hermana Bernarda, destacando también en los cuplés por bulerías.
Y otro grande de Utrera es José Fernández Granado, El Perrate. Por soleá, por seguiriya, por bulerías, el metal de su voz es inconfundible y el mejor ejemplo de la grandeza de Utrera cuando hablamos de flamenco. No nos olvidamos de su hermana La Perrata, de los Perrates también son Gaspar y Tomás, muy activo en la actualidad. Y otro grande es el inconfundible Curro de Utrera, considerado como uno de los mejores intérpretes del cante cordobés, su estilo ha marcado el devenir de la bellísima capital omeya, sus alegrías (cantiñas) cordobesas han quedado para la historia.
También era utrerano el guitarrista Enrique Montoya que tanto mundo recorrió y, sobre todo en los Estados Unidos, hizo mucho por el flamenco fuera de nuestras fronteras. Y Bambino, el cantante más popular en unos años, dejó su sello en bulerías y rumbas, que marcaron una época que es ya historia de la canción española.
No queremos acabar este apartado sin citar a Manuel de Angustias, Cuchara, el Niño de Utrera, el Turronero (utrerano de adopción), El Chato, Rafael de Utrera o Pepa de Benito. El futuro del cante de Utrera está asegurado.
La guitarra tiene a Félix de Utrera como un exponente muy destacado, figura de una época inolvidable para el flamenco.
En Utrera se ha celebrado un popular festival con el nombre de El Potaje por el que han pasado en las últimas décadas lo más granado del panorama flamenco.