Además de los míticos cantaores como Tío Luis el de la JulianaEn opinión de Juan de la Plata era en realidad de las Gelianas. o la familia de Los CantoralesFamilia a la que el gaditano Antonio Barberán hace natural de Cádiz capital., decir Jerez es decir flamenco, decir Jerez es decir arte, decir Jerez es decir gitanos. Pasear por Jerez, aun hoy, es respirar el flamenco tal y como creemos que podría ser en la época de los grandes creadores del género. De la época dorada de los creadores del gran repertorio jondo nombre como La Serneta, Manuel Molina, Loco Mateo, Joaquín Lacherna, Paco La Luz, Marrurro, Frijones, El Gloria, Las Pompis, Juanichi El Manijero, Loco Mateo y Tío José de Paula son jerezanos, como lo fue María La Moreno y tantos y tantos nombres para la historia del arte flamenco. Decir Jerez es decir Antonio Chacón y Manuel Torres, es decir Santiago y La Plazuela, es decir Borrico, Sordera, Chocolate. Decir Jerez es decir guitarra, es decir Moraos y Parrillas, es decir Piriñaca, Luisa Requejo, Isabelita de Jerez y la Paquera. Juanito Mojama, Sernita y José Cepero. Decir Jerez es decir Terremotos, y decir Moneo, El Torta. Lista interminable. Es decir Lola Flores. Fernando de la Morena, Luis el Zambo, Capullo de Jerez, Vicente Soto, José Mercé, La Macanita. Es decir José Mercé y Diego Carrasco. Luis el de la Pica. Y punto.
No hay plaza más flamenca que Jerez, ningún otro lugar de la geografía flamenca ha sabido conservar más y mejores esencias del arte jondo, es por eso que, en mi opinión, es el gran Conservatorio de una forma de vida que se ha perdido y que los jerezanos han sabido conservar y transmitir al mundo.
En Jerez surgen cantes por seguiriya y por soleá que están en boga desde que nacieron y mantienen fresco su espíritu, siendo imposible encontrar un recital donde no escuchemos. Y la bulería. Qué sería del flamenco sin la bulería, que sería de la bulería sin Jerez, qué sería de Jerez sin la bulería. Si hay un estilo que está en la masa de la sangre de todo jerezano que se precie de serlo, esa es la bulería. Ellos saben, como nadie, otorgarle un aire pleno de flamencura, repleto de sabor y saber flamenco.
En las fiestas de Semana Santa las saetas y saeteros jerezanos alcanzan la cima de la expresión devota cantando al Padre Jesús del Prendimiento, y las zambombas navideñas que llenan de villancicos las calles de Jerez.
Los barrios flamencos de Santiago y San Miguel, el primero mirando a Lebrija, con gente del campo, de cortijo y gañanía, La Plazuela (San Miguel) mirando al Puerto. En opinión del estudioso José María CastañoJosé María Castaño Revista La Flamenca: Revista nº 7 / año 2004 Noviembre Diciembre. sendos enclaves han sido un hervidero de familias cantaoras y una inagotable cantera de valores flamenco que hunde sus raíces en el tiempo pero sigue floreciendo en el complejo entramado del siglo XXI.
En opinión de José Blas Vega A Jerez de la Frontera le sobran razones de tipo histórico, social y espiritual para ser considerada una de las más importantes cunas del arte flamenco. Loca la considerada ciudad de los gitanos. Castaño hace hincapié en el hecho de que Jerez está situada en el punto equidistante de Sevilla y Cádiz, si trazáramos esa línea imaginaria que une ambas capitales, ha mantenido una situación estratégica que le ha permitido ir elaborando su propio acervo cantaor con aquel derivado de poblaciones cercanas como Los Puertos y la vecina Lebrija.
Y la guitarra, ¿Qué sería de la guitarra sin Jerez, y de Jerez sin la guitarra? Sobran las palabras, veamos el siguiente cuadro:
Los Puertos
Portuenses son los nombres de una época dorada de la creación de los estilos flamencos que tienen un lugar de honor, herederos de los aquellos gitanos de mil razas, muchos de ellos seguramente después de haber pasado varios años de reclusión en La CarracaArsenal de la armada española sito en La Isla de León, San Fernando. Los otros dos arsenales se encontraban en Cartagena y El Ferrol. tras la gran redada que se produjo en 1749, bajo el reinado de Fernando VI.
Las poblaciones de la bahía gaditana, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando (La Isla) y en la desembocadura del Guadalquivir, Sanlúcar de Barrameda, aparecen en la historia del flamenco como lugares principalísimos en el devenir del género. Figuras como María Borrico y su hermano El Viejo de la Isla en San Fernando, cuna también del gran Antonio Ortega El Fillo, El Nitri del Puerto o José el Granaíno de Sanlúcar. De Rota son los Agujetas, tan importantes para el flamenco contemporáneo.
En los Puertos florecieron estilos de seguiriya (Viejo de la Isla, el gran revolucionario de estos cantes con la renovación que vivió el estilo con su cante, y el cante de cambio de su hermana María La Borrica o María Borrico). Los estilos de El Nitri, los más importantes estilos de seguiriya se encuadran en las variantes el grupo de los PuertosVer el portal de Norman Kliman donde se puedes estudiar a fondo el repertorio de seguiriyas y soleares..
El otro gran grupo de cantes donde encontramos creadores de Los Puertos son las cantiñas, romeras, mirabrás y caracoles deben muchos a los cantaores de Sanlúcar, así como la cantiña de las Mirris, las hermanas de Sanlúcar que iban andando al penal del Puerto.
Y del Puerto son los romances que se han podido conservar gracias a los trabajos del estudioso portuense Luis Suárez Ávila.
Y Antonio Ortega El Fillo, protagonista de una época mítica en la que se forjaron estilos tan importantes como la caña, las soleares apolás, las seguiriyas cabales. Un genio del arte jondo que últimamente y gracias a las investigaciones de Luis Vázquez Morilla.
De la Isla es José Mongue Cruz, Camarón, el gran revolucionario de nuestra época, la más importante figura del cante de las últimas décadas que ha logrado imponer un estilo y una nueva visión abierta y contemporánea del cante jondo.
En la guitarra hay que citar a Paco el Barbero, natural de Alcalá de los Azules y protagonista de una época dorada del arte jondo. Y de Sanlúcar el gran Manolo Sanlúcar y su hermano Isidro Muñoz. Y de otros puertos, en el extremo oriental de la provincia gaditana, un gigante del arte flamenco de todos los tiempos, el algecireño Paco de Lucía.