Aunque alejadas del meollo flamenco las provincias orientales de la geografía jonda cobraron, sobre todo a partir del siglo 20, una especial importancia por los estilos que aportaron al repertorio y gracias a la implicación que tuvieron con dichos estilos algunos grandes maestros del cante. En los años veinte era inconcebible que un cantaor que se preciara de serlo no recreara, ademas de soleares, seguiriyas, cantiñas o tangos, hiciera lo propio con tarantas, cartageneras o mineras, murcianas o levanticas, estilos que agrupamos bajo el nombre genérico de cantes de levante.
Todos los estilos que tienen su origen en el territorio murciano-almeriense derivan del fandango y tienen en común el acento que proporciona el llamado tono de taranta y la séptima menor que se entona en todos los estilos levantinos y que es en cierta medida su santo y seña musical
La taranta, que es el estilo del que derivan el resto de los estilos mineros o levantinos, no es más que una malagueña minera, es decir, la malagueña flamenca es el espejo en el que se miran estos palos levantinos cuando fueron forjados como estilos flamencos
El virtuosismo que desprenden los estilos de Levante nos dan la idea de que nos encontramos ante cantes que obligan a tener especiales cualidades canoras. No son cantes para cualquier voz, se necesita una óptima administración del aire, una afinación precisa y poseer velocidad en la voz, requisitos imprescindibles para lograr un resultado positivo a la hora de reinterpretar las diferentes variantes que presentan los estilos en cuestión.
Los principales intérpretes y creadores de variantes de los cantes levantinos no son, en general, oriundos de estas provincias, como ocurre con otros estilos flamencos, hecho que confirma que los cantes no tienen por qué estar unidos al territorio y su principales cultivadores menos aun, siendo, por ejemplo, Cádiz y Jerez cuna de muchos e importante creadores de cantes malagueños o levantinos, como es el caso de Antonio Chacón, El Cojo de Málaga, El Niño de Marchena o El Rojo el Alpargatero, grandes creadores de variantes de tarantas, mineras, cartageneras, levanticas, etc.
Y si hablamos de Almería es obligado referirse a Antonio Torres, el guitarrero que diseñó la plantilla actual de la guitarra, a quien debemos la morfología moderna del instrumento. Y también a Julián Arcas, principalísimo guitarrista y pionero del toque de estilos preflamencos.