La jota es baile tradicional y la música y letra con que se interpreta dice el diccionario. Este género es uno de los cimientos sobre los que se edificará la música flamenca en el siglo XIX, junto con la seguidilla y el fandango principalmente. La jota tiene una rítmica muy particular que se trasvasaron al flamenco en forma de patrones que se usan una y otra vez. Su influjo en lo flamenco lo encontramos en lo rítmico, lo melódico y lo armónico (en los acordes de la guitarra) donde ha dejado una huella más profunda, en estilos como las cantiñas. En la melodía flamenca la jota dejó su marca en alegrías que adaptaron muchas melodías joteras, mientras se fundían con el aire de los jaleos gaditanos. Las alegrías no son otra cosa que jotas adaptadas al compás de la soleá al golpe, aflamencando la melodía cantable y con aire bailable.
Si de la jota tenemos referencias desde el siglo XVIII, lo más probable es que llegaran a Cádiz mucho antes de la guerra contra Napoleón
En el repertorio de tonadillas se encuentra un buen número de jotas desde los años cincuenta del siglo XVIII hasta bien entrado el XIX. Como muestra una tonadilla a cinco que escribió Luis Misón titulada La cocinera del año 1760. En un airoso compás se canta:
Esta es la nueva jota
de Andalucía,
la cantan los arrieros
de maravilla
a maroli maroli,
marolita mía.
Buena parte de las jotas de esta época tienen un estribillo en el que se nombra el género, como ¡A la jota, jotita del baile…, y aparece de formas muy diferentes. Las primeras cantiñas, entre ellas las alegrías, pudieron surgir en aquellos años convulsos en torno a 1812. Una de las más antiguas de la que tenemos noticia es la nominada jaleo del Arandito y que Pepe de la Matrona la grabó con la letra:
Arandito y arando
rosas y lirios
vas derramando
Este jaleo del Arandito aparece en el gaditano Diario Mercantil el 2 de octubre de 1834 El jaleo del Arandito con acompañamiento de guitarra. Sin embargo mucho antes, en 1774, encontramos un aire que bien podría ser el antecedente de esta arandito
Cuando estoy malo
y este Jopeo me pone sano,
y Orandito andero
y a mi camaradita chero a ti… ea janda
que eres la sal de España, anda joa
que eres como una perola… ay mi jechizo
que eres la reina del gitanismo.
Llama la atención cómo arar y labrar aparecen en dos referencias muy antiguas. El Arandito que reseño aquí, y unos versos que aparecen en la tonadilla a dúo de Remessi La gitana pobre y el majo enamorado (1a parte), de 1794:
A un gran trabajo esta expuesta
toda mujer que no jama,
porque la necesidad
muy mala tiene la cara,
que y ay milabrás, y ay milabrás
y ay milabrás labrás que labrando vas.
El hombre que vuelve a casa
y se vuelve sin dineros,
a su mujer temer debe,
más que a una espada de fuego,
que ay milabrás…
He aquí un probable antecedente de la letra del mirabrás, que medio siglo más tarde tomó la forma que hoy conocemos, una de las cantiñas más populares.
Otra referencia interesante acerca de la jota aparece en la comedia anónima, sin fecha Los patriotas de Aragón (2a parte). Una jota Aragonesa
En vano el perro francésquiere en Zaragoza entrar,
mientras difiende las puertas
la señora del pilar
(todos) a la jota carita de rosa
tal y como se canta por ejemplo en la cantiña de Rosario la del Colorao
Además podemos afirmar que las glosolalias o tarabillas que se utilizan tanto en el flamenco tienen un antecedente claro en el repertorio tonadillero, en el sainete anónimo de 1754 El prioste de los gitanos se canta:
Ya que prioste
tiene el gitanillo corro,
vaya así de festejo,
vaya así, vaya así de alboroto,
pues los corros digan
con su alegre tono
que ti, tiri titiri, titiri…
Las jotas metidas en el aire de jaleo que darían lugar a las alegrías propiamente dichas no aparecerán hasta la década de los cincuenta del XIX. La imagen que se ha ido proyectando de los gaditanos resistiendo el asedio por alegrías es eso, una imagen lejana a la realidad musical de entonces. En 1812 todavía no se cantaban cantiñas y menos aun alegrías, quizá alguna jota que poco a poco se iba acomodando al aire de jaleos.