La conciencia social es muy acusada en el repertorio de las letras del flamenco. Algunos autores e intérpretes se han caracterizado además en un tipo de letras de alto contenido político, lo que en no pocas ocasiones ha causado algún disgusto. En los años setenta del pasado siglo fue muy común recurrir a la reclamación de derechos por parte de las clases más humildes, que suelen ser además las protagonistas de un género musical tan extendido entre los más desfavorecidos. Sin embargo es un tema recurrente desde siempre.

No llores hermana mía
que en la casa de los pobres
nunca reina la alegría.

Darle la limosnita a un pobre
dársela por Dios,
que el chorrorito viene mal herido
del mal del amor.

Desgraciao aquel que come
el pan en manita ajena.
Siempre mirando a la cara
si la ponen mala o güena.