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LAS LETRAS DEL FLAMENCO
Acerca de las clases

Las letras de tres versos son muy usadas en el repertorio flamenco, sobre todo en estilos tan representativos como soleares, bulerías y alegrías, señal esta de la expansión en la lírica popular de las letras de tres versos, tanto de 8 sílabas:

Anda y no presumas más
porque no tiene tu cara
naíta de particular

Como de cinco sílabas

Qué disparate
que yo te quiera
como de antes

Es típica de la expresión lírica del flamenco, no en vano la tercerilla octosílaba suele ser denominada en el ámbito de la lingüística soleá, y la pentasílaba alegría. Ahí es nada. La soleá de tres versos octosílabos es considerada además como la auténtica letra de soleá, con sus tres versos de ocho sílabas:

No puedes hacer na bueno,
porque tienes en tus venas
y en vez de sangre veneno.

Con la excepción correspondiente de un primero de 7 sílabas:

Te tienes que quedar
con el dedo señalando
como se quedó San Juan.

La soleá la forman tres versos de arte menor (8 sílabas los más comunes, pero también los hay de 6, de 7 y hasta de 9, como el primero de la siguiente letra), y con esquema de rima asonante en la forma aba. 

Cualquier día menos pensado
que este flamenco se entere
yo le voy a dar de lado.

Y la tercerilla 5 sílabas o alegría, a pesar de que los cantes por alegrías y otras cantiñas utilizan también cuartetas y, sobre todo, seguidillas. En este caso, traemos una letra con la que Pepe Marchena inicia su mirabrás, con esta antigua tercerilla pentasílaba:

¿Qué es lo que suena?
Las campanillas
de mi morena

Aunque para nosotros la tercerilla octosílaba o alegría es una estrofa de tres versos, algunos estudiosos consideran esta letra como un pareado, compuesto por un pentasílabo inicial y un decasílabo dividido por una cesura en dos pentasílabos.

Vente conmigo
por las retamas de los caminos

La tercerilla la encontramos también con el primer verso quebrado, formándose entonces estrofas de tres versos en las que el primero de ellos tiene 2, 3, 5 y hasta 6 sílabas, siendo el segundo y tercero de 8. Este tipo de letra la encontramos por soleá, por tangos, siendo, como no, apta también para bulerías.

Por tí
las horitas de la noche
me las paso sin dormir

En el siguiente esquema podemos ver qué estilos utilizan estas tercerillas tan propias del género flamencoLa seguiriya de tres versos la comentamos en el Tema 8 dedicado a las seguiriyas:

El nombre de esta estrofa lo encontramos de diferentes formas, como terceto,  tercetillo, tercerillo o tercerilla, que es como aquí la denominamos. Sin embargo cuando se trata de versos de arte menor, con ocho sílabas o menos, el término más adecuado es tercetillo y tercerilla, para diferenciarlo de los de arte mayor, con versos de más de ocho sílabas. Es más, el tercetillo o tercerilla suele denominan a la estrofa de tres versos de arte menor pero con rima consonante y cuando es asonante se llama soleá. También se puede encontrar esta estrofa bajo el nombre de terceto gallego o bien terceto celta.

Los temas propios de este tipo de estrofa, como corresponde al espíritu lírico de la soleá, suelen ser la soledad, el engaño, el amor y desamor, romanticismo flamenco en estado puro.

La soleá ha sido cultivada por grandes poetas como Manuel Machado, quien usó soleares y soleariyas en su libro Cante hondo del año 1912.

Tengo un querer y una pena.
La pena quiere que viva,
el querer quiere que muera 

Repasemos entonces el repertorio flamenco que usa este tipo de estrofas de tres versos comenzando con la soleá, el cante más representativo del repertorio en cuanto a este tipo de estrofa se refiere.

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