La armonía del flamenco le debe mucho a la guitarra. Si este género hubiese utilizado otro instrumento para expresarse seguramente el resultado, al menos el armónico, hubiese sido muy distinto al que hoy conocemos.
El modo flamenco, también llamado modo frigio, cadencia andaluza, frigio-flamenco e incluso frigio mayorizado, se basa en la armonización de los cuatro tonos del modo de Mi (coincidente con el modo frigio gregoriano), que se caracteriza por el intervalo de medio tono el primero y segundo grado. Los cuatro acordes que resultan de armonizar ese modo frigio forman la famosa cadencia andaluza: acordes de La menor, Sol mayor, Fa mayor y Mi mayor. En el caso por seguiriya, al acompañarse por medio los acordes que resultan son re menor – do mayor – si bemol mayor – la mayor.
Siendo el modo flamenco un sistema armónico moderno, es decir, si el mayor y el menor cristalizaron de forma definitiva finalizando el siglo 17, el modo flamenco tardaría un siglo en surgir. Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el modo flamenco surge del menor, mejor dicho, es producto de la evolución del modo menor, debido a la tendencia de usar la semicadencia a la dominante (Mi) desde la tónica (la menor), a través del séptimo grado (Sol) y, sobre todo, el sexto (Fa). Esta cadencia conocida como cadencia andaluza, la podemos encontrar sobre todo a partir del siglo 17 en las jácaras y en el 18 en los fandangos bailables y fandangos escritos en tablatura para guitarra. A partir de las últimas décadas del siglo de las luces surgen modos de acompañar, por ejemplo los zorongos y los polos, donde la tónica ya no está en el La (acorde de La menor) sino que se sitúa directamente en la dominante menor, el Mi (acorde de Mi mayor). Así el acorde la menor pasa a ser cuarto grado del modo flamenco de Mi.
Este modo se caracteriza por el intervalo de medio tono entre el primero (Mi) y segundo grado (Fa). Los acordes que resultan de armonizar ese modo forman la tonalidad flamenca: 4º grado La menor – 3º grado Sol mayor – 2º grado (dominante) Fa mayor – 1º grado (tónica) Mi mayor, y el 6º grado Do mayor. Como decimos la fórmula utilizada fue sencilla, transformar el quinto grado o dominante de la menor (Mi) en el primer grado o nueva tónica, y el sexto (Fa), en segundo grado o nueva dominante. Cuando se le añade la sexta cuerda, esa cadencia se puede hacer sobre el Mi, el toque por arriba.
Se cree que primero fue el toque por medio, llamado de patilla, cuando la guitarra contaba cinco cuerdas (mi-si-sol-re-la), y así también se desarrolló la cadencia sobre el Si natural, que hoy conocemos como tono de granaína.
Y en el segundo traste, un tono más arriba, el tono de taranta (Fa#) y tono de granaína (Si)
La cejilla, artilugio cuya introducción en la guitarra flamenca se suele atribuir por una parte a José Patiño y por otra al polifacético Paquirri el Guanter, servía para transportar estos tonos a diferentes alturas a fin de adaptarse a la tesitura vocal de los diferentes cantaores. Así se dice tocar al aire por arriba o al tres por medio dependiendo si se usa o no la cejilla.
Miguel Borrul y Ramón Montoya añadieron estos tonos básicos otros que permitían cambiar la tesitura sin necesidad de utilizar la cejilla y así poder disponer de todo el mástil de la guitarra. La cadencia sobre el cuatro por arriba, Sol#, que llamamos tono de minera, y sobre el cuatro por medio, Do#, tono de rondeña.
Más recientemente se ha creado el tono correspondiente al seis por medio, Re#, y el tono de Re natural.
En referencia a la armonía en el flamenco hay que hablar también de algunos ostinatos (ruedas de acordes) que tienen cierta ambigüedad tonal, estilos en los que la guitarra (y en consecuencia el cante, o viceversa) cambian del modo flamenco al mayor, del mayor al menor, y se mueven siempre dentro de los tonos relativos que toda tonalidad tiene. Así el tono por arriba, Mi flamenco, tiene su relativo mayor, el Do mayor y relativo menor La menor. No obstante el flamenco es un genero donde las funciones armónicas son bastante limitadas, no es un género que, por ejemplo, module de una tonalidad a otra, si un cante empieza al dos por arriba, concluye en ese tono, o bien en su homónimo mayor (al dos por arriba equivale al Fa# flamenco, el homónimo mayor es Fa# mayor).
En el siguiente cuadro explicamos los diferentes tonos en los que se acompañan los estilos del flamenco, referenciando a su vez los relativos mayores y menores de cada uno de ellos. También hemos incluido las armaduras de la clave en la que deberán ser escritos los diferentes cantes (ojo, todos lo aquí mostrados son por supuesto al aire, es decir, sin cejilla).
Estilos en modo flamenco
Son los estilos más reconocibles como flamencos debido a que utilizan el modo armónico flamenco, el desarrollado para ésta música. También incluimos los estilos que, aunque sin acompañamiento de guitarra, utilizan el modo frigio en sus melodías (siempre claro está con excepciones, máxima del género flamenco).