La armonía del flamenco le debe mucho a la guitarra. Si este género hubiese utilizado otro instrumento para expresarse seguramente el resultado, al menos el armónico, hubiese sido muy distinto al que es.
Tradicionalmente los tocaores para interpretar estilos sobre la escala andaluza han utilizado dos acordes básicos: Mi mayor y La mayor, lo que se viene llamando toque por arriba y por medio respectivamente. Esta denominación hace referencia a la posición que los dedos de la mano izquierda ocupan sobre el diapasón de la guitarra al pisar el acorde; por arriba en la parte superior del diapasón, sobre los bordones, y por medio en la parte central.
Los guitarristas flamencos fueron entonces buscando diversas maneras de realizar la candencia andaluza. Primero, como decimos, la hicieron sobre el La (probablemente con guitarras de cinco cuerdas que aun no habían incorporado la sexta, el Mi grave), resultando dicha cadencia con cuatro acordes sobre el La, pero siguiendo los intervalos propios del modo frigio. Entre el primero y el segundo medio tono, y entre éste y el tercero y el cuarto, un tono. Resultando entonces sobre La re-Do-Sib-La. A esta forma de acompañar, es decir realizando la cadencia andaluza sobre el La, los flamencos la llamaron tocar por medio, debido a la posición de los dedos sobre el diapasón.
Puesto que los guitarristas utilizan la cejilla para adaptar el tono de su instrumento a la tesitura de voz del cantaor, se hablará entonces de poner la guitarra al tres por arriba: colocar la cejilla en el tercer traste y tocar sobre el modo de Mi, el llamado Mi flamenco. Las alegrías al tres por medio serán aquellas que se realicen sobre el acorde de La situando la cejilla en el tercer traste de la guitarra, lo que se corresponde con Do mayor.
A partir de estos dos tonos principales los guitarristas fueron desarrollando nuevas formas de construir esta cadencia a fin de adaptarse a las diferentes tesituras de los cantaores. Esta cuestión también la solucionaron con la cejilla, que permitía tocar por arriba y por medio en todas las tesituras posibles. Pero los guitarristas quisieron desarrollar nuevas formas de tocar en el modo flamenco sin cejilla.
En la práctica musical del flamenco se usa para designar los acordes con los que se acompaña el cante, por ejemplo: ¿A qué tono cantas esta soleá?, al tres por arriba. Además se utiliza la expresión dame tono, que le dice el cantaor al guitarrista para entonarse y tener la referencia de tonalidad adecuada a lo que va a cantar. La alusión al tono más utilizada se refiere a la tonalidad sobre la que se va a cantar un estilo.
Primero se desarrolló un sistema de transporte del modo flamenco que fuese alternativo al toque básico por arriba y por medio ampliando así el espectro del acompañamiento, realizando cuatro formas nuevas de acompañar, dos sobre el segundo traste, tono de taranta por arriba (Fa# flamenco) y tono de granaína por medio (Si flamenco), y dos sobre el cuarto traste, tono de minera por arriba (Sol# flamenco) y tono de rondeña por medio Do# por medio). Más recientemente se ha desarrollado un nuevo tono Re# flamenco que se corresponde con el seis por medio.
Con estas nuevas formas de acompañar se amplió mucho el toque flamenco propiciando el desarrollo de la guitarra de concierto. Hoy en día es muy habitual utilizar cualquier tipo de tonalidad para acompañar cualquier estilo, así es muy común el escuchar una soleá acompañada en el tono de la minera. Es lo que el estudioso francés Claude Worms llama el metaflamenco.
En este video explicamos de forma rápida y sencilla los siete tonos que usa la guitarra para acompañar en el modo flamenco.