Poperos y Flamencos
Veo a los poperos, todo serios, opinando sobre música y me pongo malo. Pero si no sabes ni agarrar la guitarra, si desconoces el más mínimo sentido del compás, si llevas enfadado con el arte desde que naciste.
Llámenme antiguo pero llevo en esto desde… muy niño. Yo siempre quise ser músico, nunca quise ser bombero ni futbolista, ni médico, ni policía. No diré que me pasó como a Baremboim que, según cuenta, hasta que tuvo doce años no supo que había personas que no eran músicos. Pero desde siempre la música ha sido mi vida. Lo que jamás pensé, en mis primeros treinta años de vida, es que me acabaría dedicando al flamenco. Ahora, otros treinta después, no concibo la vida sin la música de mis sueños. Y mira que he tocado palos varios, pero el flamenco cubre con creces los ideales que pueda tener cualquiera que ame con toda su alma esta forma de expresarse, el arte de combinar los sonidos con el tiempo: la música, y el baile.
Confieso que, como vigués criado en Madrid, nacido en 1961, babyboom absoluto, el pop fue mi primera música. Beatles, Yes, Jethro Tull, Genesis, King Crimson, Pink Floyd, Beach Boys, nunca Rolling, ni Dylan, ni nada que se les parezca, lo siento. Después vino Mozart, Beethoven, Bach y más tarde Rossini, Verdi y Puccini. Y después llegaron José, Paco y Enrique. He ido descubriendo otros tipos de música y puedo decir que me gusta toda. Bueno, toda no. No soporto el pop español de los últimos cuarenta años. De la movida hacia acá.
«El flamenco cubre con creces los ideales que pueda tener cualquiera que ame con toda su alma esta forma de expresarse, el arte de combinar los sonidos con el tiempo: la música, y el baile»
Veo tocar a Vicente Amigo, a Cañizares o a Riqueni y me pregunto cómo se pueden atrever a coger una guitarra gente como Mikel Erentxun o el calvo de Amaral, Héroes del Silencio (nombre más pretencioso en España no lo hay) o La oreja baila sola (gracia que hacemos en casa desde hace mucho). Veo la cobertura que le dan los medios a esta tropa de mediocres, apoyados por locutores a los que se les supone sensibilidad al trabajar en Radio 3, radio pública tomada por los amantes del pop y otros sucedáneos, y me llevo las manos a la cabeza. ¡Hablan de la música española de los ochenta durante dos horas y no nombran a Camarón! Razón para pedir pena de cárcel.
No me explico cómo alguien al que le guste la música puede dedicar horas a Love of Lesbian e ignorar la existencia de Antonio Reyes, por decir uno de mis preferidos. Saber la vida y milagros de Alaska y sus Pegamoides y no haber oído jamás a Diego Amador. Si fueses inglés, francés o belga lo podría entender, pero siendo español no saber quién es Manuel Molina debería ser motivo de multa.
Escribo esto después de ver en la televisión cómo el telediario de la televisión pública dedica diez minutos al decimotercer disco de Hombres G, grupo que, al día de hoy, no acabo de entender la razón de su existencia. Y que nadie en esa redacción sepa quién es Moraíto Chico la verdad que cabrea muy mucho. Sé que el flamenco no es música de masas, más bien es de minorías, pero, quitando a Rosalía, que rompió los esquemas a propios y extraños, ignorar la que es nuestra mejor música me resulta incomprensible. Si eres periodista y te dedicas a la música en España, ¿cómo es posible que ignores que existe una fenómena que se llama Mayte Martín? ¿Cómo se puede vivir sin saber quién es Diego Carrasco, El Chaqueta o el mismísimo Manolo Caracol? He escuchado a un ignorante con puesto fijo en un medio potente despotricar sobre Concha Piquer. ¡Y sigue en la calle! ¡No lo han detenido!
«Sé que el flamenco no es música de masas, más bien es de minorías, pero ignorar la que es nuestra mejor música me resulta incomprensible. Si eres periodista y te dedicas a la música en España, ¿cómo es posible que ignores que existe una fenómena que se llama Mayte Martín?»
Veo a los poperos, todo serios, opinando sobre música y me pongo malo. Pero si no sabes ni agarrar la guitarra, si desconoces el más mínimo sentido del compás, si llevas enfadado con el arte desde que naciste, ¿por qué te dedicas a la música en el país que ha dado y sigue dando a los mejores? De Antonio Cabezón a Paco de Lucía, de Albéniz a Domingo, de Narváez a Enrique Morente, de Falla a Manolo Sanlúcar, de Bretón a Fosforito…
Es lo que nos ha tocado, es la época en la que tenemos que vivir, aguantando cómo muchos grandes artistas flamencos se comen los mocos mientras un manco se gana la vida tocando una guitarra con cuerdas de acero. Desprecian el nylon, odian el taconeo, denigran las palmas y se ríen del quejío mientras se llevan las manos al vientre como a quien le duele la barriga. Recuerdo cómo un gracioso muy popular hacía chistes en el colegio de médicos precisamente con ese símil. Jamás le gustó el flamenco. Lo utilizó, eso sí. Les ahorro el nombre.
¿Quién tuvo la culpa de que esto ocurriera? ¿A qué se debe semejante abandono? Sin duda, el uso torticero que hizo la dictadura del flamenco y en general de la música tradicional se lleva una buena porción. Cuando murió Franco lo normal fue (acción-reacción) que todos nos volcásemos hacia el rock, y el flamenco se convertía entonces en una víctima mas. Aunque los vientos de cambio ya soplaban desde los últimos cincuenta y, sobre todo, los sesenta, después de la Segunda Gran Guerra los norteamericanos supieron exportar el swing y el rock&roll logrando colonizar musicalmente el mundo entero, sobre todo Europa con su plan Marshall. Los ingleses hicieron el resto (sin Lennon- McCartney no lo habrían conseguido). Pero también tienen su ración de culpa el dúo González-Guerra. ¡Eran sevillanos, joé! En vez de haber potenciado el pop y a los mediocres niñatos de la movida podrían haber hecho más por el flamenco. Prefirieron portarse como señoritos, con el mandamás usándolo para sus fiestas en la Bodeguilla de la Moncloa. Además, siempre he tenido la convicción de que el flamenco es una cuestión de estado y el hecho de haberlo dejado en manos de la Jungla de la bendita Andalucía ha hecho un flaco favor al arte. Debiera ser tratado con el mismo mimo que se dispensa al Museo del Prado o al Teatro Real. Ya lo he denunciado aquí: que el Superior de Madrid no tenga una cátedra de guitarra flamenca debiera ser razón suficiente para pedir la dimisión de todos los ministros de educación hasta la fecha.
Así lo he vivido. Doy gracias al cielo por dejarme escapar a Viena entre 1982 y 1990 y, aunque viví en directo el nacimiento de la movida, me libré de La Bola de Cristal, de la Bruja Avería y demás oráculos del posmodernismo patrio. Y claro, de aquellos polvos estos engendros.
Imagen superior: Foto de Jonathan Borba en Unsplash
Cante grande 9 noviembre, 2021
Ya estamos con la misma matraca de siempre, q aburrimiento con el tema «Franco» y además mintiendo. Es que no sabe usted que la mejor época de la historia del flamenco, se vivió precisamente con Franco? Mairena, Caracol, Niña de los peines,Marchena,La Paquera, Terremoto, Tío Borrico, Fernanda, Bernarda,..etc.
Y además, precisamente, desde la muerte de Franco hasta hoy es cuando más se ha ido degradando el flamenco. Lea usted un poquito más, y no escriba con tanto prejuicio (y mentiras) si tan aficionado al flamenco es, como dice.
Faustino 9 noviembre, 2021
Es una opinión, que debería usted rebatir o al menos respetar, anónimo. Pero ya veo que el pensamiento único es su máxima. Que tenga usted buen día.
Faustino 9 noviembre, 2021
Es una opinión que debería usted respetar o rebatir, pero ya veo por dónde va: “o piensas como yo o lo que digas no vale nad”. Tenga usted buen día.
Cante Grande 9 noviembre, 2021
Perdone, de pensamiento único nada. Simplemente le rebato su artículo, como aficionado al flamenco y con datos objetivos. Es que cansa mucho que todos los zurdos tengáis el mismo comodín siempre, el de Franco, que además en gran cantidad de casos, como en este, es falso. Por qué no nos cuenta usted que ha hecho durante ¡¡cuarenta años!! la Junta de Andalucía socialista y, teóricamente, democrática, por el flamenco en nuestra región? Cuanto dinero (que haya llegado de verdad, sin quedarse por el camino) se le ha dedicado al flamenco, su divulgación, conservación…etc?
Aquí le espero con su respuesta.
Faustino 9 noviembre, 2021
Veo que no ha leído el artículo. Precisamente habló de los socialistas. Este es el mal de nuestro querido país. Que no leemos. Solo opinamos.
Cante Grande 9 noviembre, 2021
Por supuesto que lo he leído,faltaría más, pero no veo que lo mida con el mismo rasero, la verdad. Y mucho más delito tiene ahora que antes, donde existe una autonomía con presupuesto propio.
Guillermo 10 noviembre, 2021
Usted es franquista, no? Lo digo por la recurrente habilidad de estos seres para no enterarse de lo que han leído y te manden a «aprender a leer».
Ay, esa costumbre tan española de cambiar de categoria cuando se discute…
Juan Carlos Baeza 11 noviembre, 2021
Me parece que para decir que algo es bueno y amado no es necesario poner a parir a nadie … Podrías poner de ejemplo al blues o al jazz?? y poner verde a Miles D?
…Se me abren las carnes como a ti ,cuando los del pop o la.electronica abren la.boca … Pero qué pasa ????? Están llegando a mirar con recelo ??
Yo opino que el flamenco es demasiado nuestro, tal vez más de la cuenta y no lo que debería ser a estas alturas …Una música más como blues jazz soul y sus palos ….
Es cansada la guerrilla contra los que nada tienen que decir y pocos.los acercamientos y plenos fuera de nuestros límites fronterizos culturales.
A ver para cuando nos salimos ya del ombliguismo flamencolico y pasamos a ser como todos los demas… Que ya vale ya con tanta galaxia que la gente necesita llegar a disfrutarlo y así no vamos a ninguna parte..
Vamos con Rosalía Cristian y la llergo que me.encantan
Un abrazo Faustino
Dr.Guassa
Tomás Sainz Rofes 12 noviembre, 2021
Ya es difícil estar en desacuerdo con este artículo cuando tiene razón en lo que dice, todo el mundo sabe quienes son Hombres G y pocos comentaristas conocen a Paco del Pozo o Niño Josele.. En las culpas es donde está el debate. La guerra civil fue un mazazo, antes el ambiente flamenco era extraordinario, había cante bonito (que es mi preferido) pero también de sentimiento, de fuelle y de compás. Estaba Caracol, Tomás, Pastora, el Cojo, el Gloria, el Tenazas, Paca Aguilera, Bernardo, Cepero, Canalejas, Carbonerillo, las Macarronas, las Pompi, las Borrull, Borrull, Niño Ricardo, pero sobre todo había mirlos a puntapala, Vallejo, Centeno, Pena hijo, Marchena, Guerrita, Angelillo, Niños del Museo, Caravaca, Pepe el Molinero, Niñas de Linares, de La Puebla. Aquel ambientazo se dispersó por la guerra civil y no volvió a ser lo mismo, los niños que pasaron el corte envejecieron, Marchena, Niña de la Puebla, Valderrama y Antonio Molina fueron perdiendo facultades y apenas tuvieron relevo, en cambio el primer grupo sí que tuvo prolongación en las nuevas generaciones, la Perla, la Paquera, Porrina, Farina, María Vargas, Fernanda y Bernarda, Lebrijano, Pansequito, Fosforito. El dictador flamenco no fue Franco, sino que fue Mairena que dejó una escuela muy prestigiosa pero escasa y no muy popular, representada por Menese. Obviamente las nuevas generaciones, si tenían que elegir entre Talega, Manolito de María, y Perrate o en su lugar, King Crimson, Jethro Tull, Led Zeppelin, Santana, ELO, etc. se decantaron por el Pop Rock. Suerte que Camarón, Morente, Mercé, Remedios y los tocaores y bailaoras estupendos que hemos tenido han aguantado el tipo una generación más. Por lo único que me gustaría volver a la República sería porque fue la II Edad de Oro del cante y me parece que está volviendo todo menos eso.
Faustino Núñez 12 noviembre, 2021
N o quería decirlo tan claro, pero, para variar, estoy de acuerdo contigo Tomás.